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El DFectuoso, Mexico
"Que cada uno goce su felicidad, sin darle en la madre a los demás"

30 oct 2010

De según como se mire, todo depende


Que el blanco sea blanco
que el negro sea negro
que uno y uno sean dos
como exactos son los numeros
Depende

Que aquí estamos de prestao
que el cielo esta nublao
que uno nace y luego muere
y este cuento se ha acabao
Depende
Depende ¿de qué depende?
de según como se mire, todo depende

Que bonito es el amor
mas que nunca en Primavera
que mañana sale el sol
y que estamos en Agosto
Depende

que con el paso del tiempo
el vino se hace bueno
que to lo que sube, baja
de abajo arriba y de arriba abajo
Depende
Depende ¿de qué depende?
de según como se mire, todo depende

Que no has conocido a nadie
que te bese como yo
que no hay otro hombre en tu vida
que de ti se beneficie
Depende

y si quiere decir si
cada vez que abres la boca
que te hace muy feliz
que sea el dia de tu boda
Depende
Depende ¿de qué depende?
de según como se mire, todo depende

29 oct 2010


Estoy en un proceso más o menos turbio y complicado... y no me gusta estar así, no me gusta que me cuestionen cosas o situaciones que por el momento no deseo enfrentar.

28 oct 2010

No quiero paz, no hay paz


No quiero paz, no hay paz
quiero mi soledad
quiero mi corazón desnudo
para tirarlo a la calle
quiero quedarme sordomuda
que nadie me visite,
que yo no mire a nadie
y si es que hay alguien como yo, con asco
que se lo trague.
quiero mi soledad
no quiero paz, no hay paz.

25 oct 2010

Corazones Rotos


Tantos años juntos
para comprender que hay que romper
que son dos extraños
que se conocen demasiado bien
Los encontramos
cuando han empezado a repartir
los trozos del pasado
que acumularon al vivir
Corazones rotos
ella se nos queda y él se va
líneas paralelas
vidas que jamás se cruzarán
Tanto compartido
cosas que ya nunca olvidarán
como cuando bailaban
abrazados en la oscuridad

Todo acabó
siniestro total del corazón
fue un choque frontal en el salón
con daños a terceros
murió el amor
los corazones rotos de los dos
salen del taller del desamor
y en el laberinto
se dicen adiós
El cerró la puerta
y el pasillo se abrió bajo sus pies
se lo tragó el vacío
con dos maletas y la vida al revés
Ella en la ventana
lo vió perderse y sin llorar
se enfrentó al destino
olvidando el verbo recordar

22 oct 2010

Día sin color











No hay mucha actividad, de hecho es casi nula. El aburrimiento me está llevando a la locura. Es insoportable no hacer nada y desperdiciar el tiempo de manera tan idiota.

22 DE OCTUBRE 2010.
Otro día más, exactamente igual a la mayoría de los anteriores (al menos 4 de cada 5).
Salud! Y vámonos riendo, haciendo el equipaje…

Transcurre un día detrás del otro, mientras estoy dentro de cada uno de ellos, parece que son una eternidad, pero después de algunos meses, hago recuento y entonces me doy cuenta del peso que ha dejado la monotonía, el aburrimiento y la estúpida apatía que me congelo sólo en cuestión de minutos.

Caminas rumbo al trabajo de todos los días, al mismo lugar frío y gris, donde la gente de los alrededores te devora con una mirada maliciosa y fastidiante, después se acercan a darte el beso de los “buenos días” mientras en sus mentes se maquilan los más turbios pensamientos.
El lugar de trabajo es escasamente de un metro de ancho por uno de largo, no hay una ventana cerca, solo más cubículos igual al tuyo, con gente que todo el tiempo tiene su jeta de odio y al encontrarse con tu mirada, ponen la mejor estúpida sonrisa que pudieron expresar.

Las horas pasan y ni indicios de una novedad laboral, no hay una llamada o un mensaje, lo único rescatable es tener un escaso libre acceso al chat, para poder tener contacto con alguien agradable y diferente a este nefasto entorno. Por fin llega la hora de la comida, al menos es un espacio de tiempo para despejarse y ver a todos los demás especímenes de este edificio, nada especial ni novedoso, pero al menos diferente, después una breve salida a la calle para estirar las piernas, quizá fumar un cigarrillo o simplemente deambular por algunas calles.

De regreso al cubil laboral, ahí donde un maldito aire acondicionado vive a escasos 2 metros de mi cabeza, el cual es insoportable!, pero como a las mujeres de aquí les llego a temprana hora la menopausia, pues sus calores y bochornos les hacen ponerle la máxima potencia al aparato ese. Total, siguen pasando las horas, parece que nunca terminará el día, pero el tormento no es eterno, al menos no por todo el día, porque marcando las 18 horas en punto, es momento de huir de este encierro, en menos de un minuto ya están los objetos de valor guardados bajo llave (lapiceros, plumas, catálogos, post-it), no vaya a ser el diablo! Y mañana ya no haya ni con que escribir el nombre del remedio naturista para bajar de peso, que me recomendó mi amiga que frecuento por el chat.

Pasos extra largos para llegar a la salida y previo a ello hacer una breve escala en una puerta que dice “mujeres”, la actividad a realizar detrás de esa puerta no es lo más divertido y maravilloso, pero es lo más cercano a la felicidad en plenitud cuando llegas corriendo y a empujones con un rítmico baile, abres y te sientas a desahogar tu interior. Una vez liberado el espíritu Meón, la sonrisa en el rostro es extremadamente natural, te despides de los polis y casi das pequeños brincos de felicidad, por fin el contaminado aire de la ciudad pega en tu rostro y tu cuerpo tiene ligeros contactos con la urbe, caminando 5 o 6 cuadras llegas al parabus donde un micro destartalado llegará para llevarte a casa, con entusiasmo subes y pagas el viaje, sabes que aunque apretadito y acalorado, pero el camino será directo al hogar, donde te espera una cama solitaria, fría y silenciosa, pero acogedora (o se escribe a-cojedora?.. como sea, no importa!). Buscas en el bus un lugar donde sentarte, a la izquierda no hay, a la derechaaaa, si! hay uno…. Oh! No, acaba de ser ocupado por un señor de no menos 40 años y de robusta corpulencia (ni cabe el nenefante, pero ya se sentó…), los ánimos por ir una hora y media sobre tu trasero se esfuman, ahora pagarán las consecuencias tus pequeñas y cortas piernas que van sobre dos tacones ligeramente altos, para hacerte lucir un poco mejor, aunque en esos momentos quisieras tirarlos por la ventana. Ya casi para llegar a casa, se libera un asiento, solo serán 5 minutos, pero suficientes para recuperar fuerzas y continuar caminando otras 3 cuadras para poder entrar al humilde hogar (porque hay gente que minimiza su miseria, más de lo que ya es, con expresiones como “humilde”? Mmm… no lo sé).

Momento de despojarse de las prendas de todo el día, sentir el cuerpo libre y cómodo, descansando sobre pantuflas, chanclas o el mismísimo suelo a raíz, con el cuerpo cubierto por una pijama ligera, desde un short o pantalón y playera, hasta la más sugerente pijama de encaje… mmm… que en este caso no aplica, pero había que mencionarlo. Ubicados en la cama antes mencionada, el control remoto de la TV es la mejor compañía, se enciende el televisor y por fin llego el color del día, para empezar el tono amarillo de los Simpson es una muy buena opción, después cualquier programa ocioso, documental, educativo, dramático, informante o lo que sea, terminara por agregar los matices de un día sin color.