Es inevitable la infidelidad?
Se acaba el amor? a dónde se va? en qué se transforma?
Puede más la rutina que el lazo que inicio la unión?
He sido una de esas mujeres que viven relaciones largas y que resultan poco fructíferas, la más larga fue de cinco años. Me recuerdo haciendo planes y creando expectativas, sueños flotantes tal vez, pues al final el camino se bifurcó y cada uno tomo su propio sendero, en principio creí que se debía a la corta edad que ambos atravesábamos, nuestra inquietud por vivir más allá de lo vidente, pero sin duda la edad no es el único factor para que algo funcione o no, uno arrastra patrones de conducta poco satisfactorios que dañan nuevas etapas (síndrome de correlación con el pasado), es quizá por esto que la última relación con casi tres años de trayectoria, sigue como barco a la deriva y sin rumbo fijo.
Veo a mi alrededor los vivos ejemplos de matrimonios tormentosos, matrimonios que viven de apariencias, matrimonios que lástiman, en los que el común denominador es el engaño, la comodidad, la codependencia, la baja autoestima, la infelicidad en pleno...
Mamá dice que una buena mujer, desente y digna, se casa de blanco, no tiene relaciones previas al matrimonio y se entrega a un solo hombre, al cual le debe guardar respeto y cumplirle como asendosa ama de casa, pero eso si, nunca permitir que se abuse de una manera ventajosa, pq uno debe darse lugar.... jajaja...
Vaya cuestionamiento en el que he caído, debo ser una mujer pura, casta, abnegada y sumisa, pero revelarme a la hora de los madrazos??? aunque antes de decir una mala palabra, debo guardar la compostura y el respeto a mi marido... El resultado que he visto de ser ese tipo de mujer, es:
* vivir una vida limitada y llena de insatisfacción
* ser la sirvienta de la casa de un wey que... o es un borracho empedernido, o un mujeriego, o un gay de
closed, o un hombre gris lleno de aspiraciones a medio cumplir.
* ser una mujer frustrada y con una amargura interior, que disfraza con el constante verso de "mis hijos son
mi felicidad" o en su contraparte se la pasa mentando madres y mandando al carajo a todo el mundo,
mientras vive su victimisación lamiendo heridas detrás de las cortinas.
Yo ya no cubro los requisitos para ser ese tipo de mujer, quizá el resultado sea la eterna soledad, cubierta por el cumulo de momentos y gente de paso, como si este corazón fuera un barato motel. Temo al matrimonio, hoy lo he aceptado, temo compartir mi vida con alguien y despues quedarme con mi llanto contenido por mi mano.