Las malas noticias no deberían existir, pero es obvío que sin ellas no existirían las buenas. Ayer me entere que a mi señora madre ya no le funciona bien la máquina de los latidos, se ha comenzado a oxidar y su funcionamiento es deficiente, quizá sea porque amó demasiado o porque guardó una larga cuenta de sentimientos contenidos.
De manera curiosa las huellas de sus años albergadas en su rostro y su mirada, denotaban ya el avanzar despacio, pero ayer el avance llegó de golpe y fue terriblemente evidente.
Mientras la observaba derramar algunas lágrimas, causadas por eso que popularmente la gente llama "depresión", muchas ideas e imagenes llegaron a mi mente y me sorprendí de la fortaleza que puede llegar a tener uno, cuando queremos que esa persona importante no se deje caer hasta el fondo. Está vez, no lloré y actúe como aquellas personas que he críticado hasta el cansancio, actúe de manera práctica y hasta fría... y entendí que eso no es indiferencia, es un raro ejemplo de fortaleza para que el otro pueda poner su mano sobre tu hombro y se levante.
Sin caer en fatalismos, sé que una vez más debo estar preparada ante posibilidades extremas de fuertes pérdidas, de eso se compone la vida o los ciclos de vida, por el momento lo que sirve es ocuparse y disfrutar al máximo lo que se tiene, mañana.... mañana ya habrá tiempo para lamer esa gotas oculares y aplicar los curitas donde sea necesario.
-- Señora madre, recibe mis respetos y todo mi cariño, en todo momento y lugar donde te encuentres, que si bien no soy hija modelo, si soy modelo de una hija que bien sabe lo que haría contigo, pero no sin ti... continuar supongo. Por eso cada uno de los siguientes días te cambio una lágrima por mil sonrisas más...
De manera curiosa las huellas de sus años albergadas en su rostro y su mirada, denotaban ya el avanzar despacio, pero ayer el avance llegó de golpe y fue terriblemente evidente.
Mientras la observaba derramar algunas lágrimas, causadas por eso que popularmente la gente llama "depresión", muchas ideas e imagenes llegaron a mi mente y me sorprendí de la fortaleza que puede llegar a tener uno, cuando queremos que esa persona importante no se deje caer hasta el fondo. Está vez, no lloré y actúe como aquellas personas que he críticado hasta el cansancio, actúe de manera práctica y hasta fría... y entendí que eso no es indiferencia, es un raro ejemplo de fortaleza para que el otro pueda poner su mano sobre tu hombro y se levante.
Sin caer en fatalismos, sé que una vez más debo estar preparada ante posibilidades extremas de fuertes pérdidas, de eso se compone la vida o los ciclos de vida, por el momento lo que sirve es ocuparse y disfrutar al máximo lo que se tiene, mañana.... mañana ya habrá tiempo para lamer esa gotas oculares y aplicar los curitas donde sea necesario.
-- Señora madre, recibe mis respetos y todo mi cariño, en todo momento y lugar donde te encuentres, que si bien no soy hija modelo, si soy modelo de una hija que bien sabe lo que haría contigo, pero no sin ti... continuar supongo. Por eso cada uno de los siguientes días te cambio una lágrima por mil sonrisas más...
