Para mitigar los malos humores, el desánimo y la rutina laboral, hoy decidí darme una ligera consentida, me metí al salón, pedí un corte y un alaciado express... aunque eso de express tomo un matiz ambiguo, y esque el tiempo se me hizo eterno.
El fulanito que manipulo mi cabellera parecía disfrutar tanto de hacerlo, que se tomo su debido tiempo y la verdad es que hizo un muy buen trabajo, solo sentía como se movían sus manos con tal naturalidad, observaba su trabajo con verdadero gusto. Admiro a la gente que tiene la oportunidad de trabajar y divertirse a un tiempo, reflejando en sus clientes el agrado de ser parte del show.
Cambios para mejorar los ánimos.
Le mire mientras se despojaba de sus prendas, ahí estaba parada frente al espejo, tomándose su tiempo para liberarse de sí misma, su figura se afinaba, su cabello caía sobre sus hombros acariciándolos ligeramente, de pronto una tímida y fugaz sonrisa se dibujo en tu rostro, su mirada ya no era de la una chiquilla que alguna vez se paro en ese mismo lugar imitando poses de gente mayor, y entonces me sorprendió verte detenidamente, tan cambiada y bella, esa seguridad y madurez que abrazaba a la pequeña niña tierna a la que nuevamente has querido proteger del dolor y del falso amor...