

Esta semana estuvo de la chi....da, trabajar en día de muertos (con fin de semana largo), malditos inadaptados sociales, pero en fin.... el ocio a veces me pone inquieta, no sé estar sin mover por lo menos un dedo, así que me puse a moverlos todos y quisé darle un espacio a un excelente escritor, de quién transcribo dos de los poemas más recurrentes y que han enmarcado días cotiDYANos en mi vida:
Para cuando el tiempo no ha sido a mi favor...
Es un mal sueño largo,
una tonta película de espanto,
un túnel que no acaba
lleno de piedras y charcos.
¡Qué tiempo éste, maldito,
que revuelve las horas y los años,
el sueño y la conciencia,
el ojo abierto y el morir despacio!
----------------------------------------------------
entre las horas para siempre,
el cuarto a oscuras,
Debussy y la lluvia,
tú a mi lado, descansando de amar.
Tu cabellera en que el humo de mi cigarrillo
flotaba densamente, imantado, como una mano
acariciando.
Tu espalda como una llanura en el silencio
y el declive inmóvil de tu costado,
en que trataban de levantarse,
como de un sueño, mis besos.
La atmósfera pesada
de encierro, de amor, de fatiga,
con tu corazón de virgen odiándome y odiándote,
todo ese malestar del sexo ahíto,
esa convalecencia en que nos buscamos los ojos
a través de las sombra para reconciliarnos.
Tu gesto de mujer de piedra,
última máscara en que a pesar de ti te refugias,
domesticabas tu soledad.
Los dos, nuevos en el alma, preguntando por qué.
Y más tarde tu mano apretando la mía,
cayéndose tu cabeza blandamente en mi pecho,
y mis dedos diciéndole no sé qué cosas a tu cuello.
Vamos a guardar este día
entre las horas para siempre.
Salud! en memoria de Sabines...
Para cuando el tiempo no ha sido a mi favor...
Es un mal sueño largo,
una tonta película de espanto,
un túnel que no acaba
lleno de piedras y charcos.
¡Qué tiempo éste, maldito,
que revuelve las horas y los años,
el sueño y la conciencia,
el ojo abierto y el morir despacio!
----------------------------------------------------
Para esos días, que vale la pena guardar....
Vamos a guardar este díaentre las horas para siempre,
el cuarto a oscuras,
Debussy y la lluvia,
tú a mi lado, descansando de amar.
Tu cabellera en que el humo de mi cigarrillo
flotaba densamente, imantado, como una mano
acariciando.
Tu espalda como una llanura en el silencio
y el declive inmóvil de tu costado,
en que trataban de levantarse,
como de un sueño, mis besos.
La atmósfera pesada
de encierro, de amor, de fatiga,
con tu corazón de virgen odiándome y odiándote,
todo ese malestar del sexo ahíto,
esa convalecencia en que nos buscamos los ojos
a través de las sombra para reconciliarnos.
Tu gesto de mujer de piedra,
última máscara en que a pesar de ti te refugias,
domesticabas tu soledad.
Los dos, nuevos en el alma, preguntando por qué.
Y más tarde tu mano apretando la mía,
cayéndose tu cabeza blandamente en mi pecho,
y mis dedos diciéndole no sé qué cosas a tu cuello.
Vamos a guardar este día
entre las horas para siempre.
Salud! en memoria de Sabines...