Odio a la pinche gente contradictoria y que no es congruente su decir con su actuar..., pero está vez forme parte del selecto grupo de "gente incongruente" y que y que!!!?, aunque mil veces dije "esa fiesta es una porquería" yo... no voy y no voy!, resulta que este fin de semana me largue de compras a buscar el vestido, zapatos y bolsa, que me levantarán los ánimos para acudir a tan magno evento, jajaja... por lo tanto cito dos frases para justificar mi falta de congruencia: "es de sabios cambiar de opinión" y "de arrepentidos está lleno el reino de los cielos", quizá mi destino está muy por debajo del cielo, así que no hay mucho por lo cual preocuparse.
No he dejado de decir que esa fiesta es una verdadera falacia respecto a la sana convivencia, pues lo que haremos más de una, será sólo ir a cenar gente, tal y como "yo" seré parte de la cena de alguien más, cosa que me vale madres!, pues de esa pinche gente no tuve ni un pinche peso para pagar mi vestido de aparador.
Lamentablemente el encanto me durará hasta la media noche, tal y como la noche de cenicienta, pues mi carruaje llegará en punto de las 12, supongo que después se convierte en calabaza, mi vestido en arapos y el chofer en un mendigo, así que debo aprovechar el tiempo para lucir, chupar, cenar y víborear cuanto pueda... Planeaba dejar mi diminuto zapato al salir, pero recordada que ese evento se debe sucitar en las escaleras y como a mi las pinches escaleras me traen de encargo, pues ni al caso, me sigo de largo y para encontrar príncipe pues ni de broma, lo más cercano será un impertinente borracho contando chistoretes.
De regreso a casa...
No he dejado de decir que esa fiesta es una verdadera falacia respecto a la sana convivencia, pues lo que haremos más de una, será sólo ir a cenar gente, tal y como "yo" seré parte de la cena de alguien más, cosa que me vale madres!, pues de esa pinche gente no tuve ni un pinche peso para pagar mi vestido de aparador.
Lamentablemente el encanto me durará hasta la media noche, tal y como la noche de cenicienta, pues mi carruaje llegará en punto de las 12, supongo que después se convierte en calabaza, mi vestido en arapos y el chofer en un mendigo, así que debo aprovechar el tiempo para lucir, chupar, cenar y víborear cuanto pueda... Planeaba dejar mi diminuto zapato al salir, pero recordada que ese evento se debe sucitar en las escaleras y como a mi las pinches escaleras me traen de encargo, pues ni al caso, me sigo de largo y para encontrar príncipe pues ni de broma, lo más cercano será un impertinente borracho contando chistoretes.
De regreso a casa...
