
Ayer tuve una plática profunda e interesante...
Recuerdo que años atrás platicaba muy seguido con el Sr. Clos, eramos unos chavales pero ya filosofábamos respecto a los momentos turbios de la vidita (o los turbios eramos nosotros??... mmm... no importa), pasábamos largo rato dándole un enfoque a las cosas sin llegar al sentimentalismo barato, más bien la actitud era "ser prácticos", pues nuestro temperamento de jóvenes fuertes y valientes ante las adversidades, nos daba un característico porte, rudo y retador. Sin embargo y como era de esperarse, supongo!, detrás de ese caparazón de aparente fortaleza, estaba la incómoda necesidad de ser escuchados y compredidos, mmm... curiosamente después de muchos años, cada uno en su espacio nos volvemos a mirar al espejo sintiendo la misma incómoda necesidad...
Y fue entonces que surgió la plática de adultos, jojojojo... la madurez se hizo presente, envuelta en la correspondiente solemnidad, nostalgia y meditación profunda.... nos dimos cuenta que mientras crecimos, le atinamos y la regamos sin consideración, dejando escapar momentos importantes, momentos clave para poder disfrutar hoy de una felicidad plena, y entonces... la conclusión llegó....
Las cosas no se hacen solas, hacerse víctima de uno mismo es pérdida de tiempo, el cambio radica en uno mismo, no somos percheros de los demás para que dejen colgadas sus culpas o frustraciones sobre nuestros hombros y que es preciso cambiar los problemas por soluciones.
Así que el paso siguiente es recuperar la libertad con su consecuente felicidad, remover lo que limita mis pasos, "renovarse o morir en el intento" lo que suceda primero, pero ya no continuar en la banca de la mediocridad, viendo cómo se escapa la vida.... el tiempo....
"Aún no sé a dónde voy ni con quién, pero ya estoy en camino"
Recuerdo que años atrás platicaba muy seguido con el Sr. Clos, eramos unos chavales pero ya filosofábamos respecto a los momentos turbios de la vidita (o los turbios eramos nosotros??... mmm... no importa), pasábamos largo rato dándole un enfoque a las cosas sin llegar al sentimentalismo barato, más bien la actitud era "ser prácticos", pues nuestro temperamento de jóvenes fuertes y valientes ante las adversidades, nos daba un característico porte, rudo y retador. Sin embargo y como era de esperarse, supongo!, detrás de ese caparazón de aparente fortaleza, estaba la incómoda necesidad de ser escuchados y compredidos, mmm... curiosamente después de muchos años, cada uno en su espacio nos volvemos a mirar al espejo sintiendo la misma incómoda necesidad...
Y fue entonces que surgió la plática de adultos, jojojojo... la madurez se hizo presente, envuelta en la correspondiente solemnidad, nostalgia y meditación profunda.... nos dimos cuenta que mientras crecimos, le atinamos y la regamos sin consideración, dejando escapar momentos importantes, momentos clave para poder disfrutar hoy de una felicidad plena, y entonces... la conclusión llegó....
Las cosas no se hacen solas, hacerse víctima de uno mismo es pérdida de tiempo, el cambio radica en uno mismo, no somos percheros de los demás para que dejen colgadas sus culpas o frustraciones sobre nuestros hombros y que es preciso cambiar los problemas por soluciones.
Así que el paso siguiente es recuperar la libertad con su consecuente felicidad, remover lo que limita mis pasos, "renovarse o morir en el intento" lo que suceda primero, pero ya no continuar en la banca de la mediocridad, viendo cómo se escapa la vida.... el tiempo....
"Aún no sé a dónde voy ni con quién, pero ya estoy en camino"