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El DFectuoso, Mexico
"Que cada uno goce su felicidad, sin darle en la madre a los demás"

13 jun 2011

Una vida corta

A veces pienso que mi vida fue diseñada para aguantar cualquier tipo de madrazos que puedan lanzarme a la cara, aun no entiendo cuál es el objetivo o lo práctico de esto, pues no acabo de darme en la madre, cuando ya estoy dando nuevos tumbos.


Tengo 29 años y regresando las páginas encuentro pasajes tormentosos, caídas, enfermedades que van desde lo existencial, emocional, mental y hasta lo físico. Será que padecer tanta cosa a tan poca edad disfrutada es premonición de contar con una vida corta llena de intensidad.

A mis 4 o 5 años, pase por una experiencia traumática según el ángulo desde donde se aprecie, a fin de cuenta es inevitable borrar aquellos años de la memoria, después llegaron mis quince años, momento crucial en que perdí a mi padre y entonces comenzó una etapa de forzosa madurez que aún no concibo al 100 por ciento.

A mis dieciocho conocí lo que creí sería el amor verdadero, pero ja…. Niña inexperta que se enganchó de la estrella más fugaz, aprendí mucho y viví grandes momentos, conocí el poder del chantaje, la mentira, la dependencia, eso me tumbo al suelo con gran parte de mi seguridad y autoestima, para después tratar de resarcirlo entre muchos tequilas, cigarrillos, juergas cada semana y un trabajo constante y demandante, viví por mí y para mí, aunque arrastrando un pasado a cuestas, cosa que en su momento no era importante.

Involucré mi persona y luego los sentimientos con alguien que fuera de partirme la madre, me devolvió el gusto por compartir mi existencia con alguien más, siempre he dicho que fue una realidad paralela, de la cual no me he arrepentido, pero si he lamentado los daños colaterales que causo, un juego con fuego.

Entonces llegaron los estragos de los excesos, somatizando mis frustraciones y dolores hacia mis órganos y sentidos corporales, llegaron enfermedades con ánimos de quedarse hasta que la muerte nos separe, han pasado 12 años a partir de que comencé a vivir como adulto y ya tengo encima hipertensión, inicios de diabetes, una caída de las escaleras que por poco me deja torcida y sin conocimiento de mi misma, depresión al menos una vez al mes y hoy por hoy hacer mil y un esfuerzos por mantener viva la relación sentimental que inicie hace ya casi tres años, esperanzada no sé a qué, pero muy aferrada a conservarla, por cuánto tiempo? El que la vida me regale…. Ni siquiera sé si llegue a cristalizarse algo, solo sé que estoy dando lo que nunca había dado y si me toca que me den en la madre de nuevo, pues yo creo que esta vez sí me quedo tumbada en el suelo.

Con tanta cosa que me está pasando siento que debo vivir cada día con gratitud y plenitud, me aterra pensar que el día de mañana me vea a mí misma tumbada en cualquier parte, lamentando todo aquello que no aproveche en su momento.